Ian Vildosola

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Nací en Caracas un 29 de octubre de 1989. Crecí en Maracay, en una esquinita del Henry Pittier. Pasé mi niñez y gran parte de mí adolescencia, dejándome llevar por el viento. 

Sin saber de qué se trataba todo esto, fui experimentando infinitas verdades hasta llegar a alguna que me hiciese sentido. Pasé de estudiar ingeniería en redes y telecomunicaciones a trabajar en una empresa de sonido, para luego terminar graduándome en publicidad y mercadeo. 

Gracias a mi viejo conocí la fotografía. Me regaló de chico una cámara compacta, que poco a poco se convirtió en mi compañera de viajes. De la compacta pasé a una DSLR con lente intercambiable (que realmente era de él), con la que conocí las bases de la fotografía. 

Un día, una amiga me ofrece un empleo como fotógrafo exclusivo de una revista. En ese preciso momento, todo un mundo nuevo se me abrió al frente, jamás había pensado hasta entonces en la posibilidad de poder lucrarme por hacer algo que me gusta. Que aunque la revista después no salió, todo me empezó a hacer sentido.

Meses más tarde, ingresé en un diplomado de diseño digital. En él, además de aprender los programas para poder trabajar mejor mis fotografías y abrirme un nuevo mundo con el diseño gráfico, conocí a una persona, con la que en un tiempo después, junto a otros amigos formamos BACESTUDIO, nuestra propia agencia creativa. 

BACESTUDIO fue creada primeramente por Carlos M. Vasquez y al poco tiempo después nos fuimos uniendo. Empezamos principalmente apoyando a quienes sentíamos que teníamos que apoyar. Entre músicos, artistas, bailarines y deportistas. Mientras más apoyábamos, más aprendíamos. Y así, poco a poco, empezaron a surgir los trabajos pagos con algunas empresas. 

Trabajamos con personas como Lil supa (Lou Fresco), Akapellah, Ríal Guawankó, WilliedeVille, Gegga, YoyoDojo!, Chuchú Bermudas, La Orquesta sinfónica de Maracay, Zoavecoco, Ana Mirabal, Flores Solano, Julio Giannoni, Mandy Anselmo entre otros artistas. 

Creamos movimientos como BACE (propuesta que busca apoyar el BMX en latino américa) al igual que Maracay Paradise (proyecto que busca enaltecer la ciudad donde vivíamos). 

Poco a poco fuimos creciendo como equipo, hasta que nos vimos en la necesidad de salir de Venezuela. Cada uno salió en su momento, dependiendo de sus necesidades y de su economía. 

En 4 de Abril del 2017 fue mi momento de salir. Con un miedo infinito y con el plan de conocer sur america, me fui a Bogotá donde me esperaba Mandy (mi gran amor). Con dos mochilas (una con ropa y otra con equipos) y pocos dólares salí a la aventura. Pasé aproximadamente 02 meses dónde afortunadamente logré conectar con una editorial independiente llamada Rey Naranjo y en un estudio de tatuaje donde pude trabajar haciendo videos y fotografías. Poco a poco fui entendiendo que uno mismo se genera dónde quiere estar. Que el miedo es solo una señal de que estamos vivos, pero que detrás de el hay un mundo lleno de posibilidades. 

Luego de los 2 meses, a Mandy se le cumplían los 06 meses que un turista puede estar en un país que no es el suyo. Así que nos movimos en bus a Quito en el cual pasamos 06 meses más. Acá la situación fue un poco más lenta, me tocó hacer delivery en bicicleta con la empresa que había creado un amigo allá. Hasta que poco a poco me fueron surgiendo trabajos de fotografía, audiovisual y de diseño gráfico con estudios de tatuajes, restaurantes, tiendas entre otros. Además de esto, conocí a una persona súper especial, que me introdujo al mundo de la fotografía análoga (sin yo tener una cámara análoga). 

Mientras el tiempo pasaba aprendía que todas las culturas tienen su propia belleza, sus diferentes tiempos, que con paciencia y constancia uno puede superar cualquier situación. 

Al cumplir el tiempo reglamentario, nos tocó movernos nuevamente. Así que nos fuimos en bus a Lima donde pasamos 2 meses. En Lima tuve la oportunidad de exponer “Ritos” (exposición fotográfica) en un evento cultural junto a las ilustraciones de Mandy. Aparte se me dio trabajar con un estudio de tatuajes al igual que en un restaurante el cual nos sirvió para comer los 2 meses de estadía en Lima y salir con ahorros. Cada lugar nuevo que pisábamos eran nuevos aprendizajes, la misma situación del cambio constante nos obligaba de cierta manera a reinventarnos. Que la misma fórmula no aplica en todos los lugares. Siempre tenemos que mantenernos abiertos de mente para asumir un nuevo reto. 

Por situaciones personales, nos tocó movemos en bus a Chile, dónde actualmente, luego de dos años, seguimos viviendo. Yo por un lado tengo la nacionalidad gracias a mi viejo que es Chileno. Y a Mandy se le hizo muy fácil sacar sus papeles acá. En Santiago me compré mi primera cámara análoga y empecé a hacer fotos en 35mm. Algo que cambió completamente mi modo de ver la fotografía. Empecé a trabajar de director de arte en una agencia de publicidad llamada BBK group, donde sigo trabajando actualmente. Paralelo a eso, en el poco tiempo que me queda libre, sigo al igual que todos del equipo de BACESTUDIO, apoyando a personas que vibren en la misma frecuencia que nosotros. Compartiendo talentos y conocimientos para ayudarnos a crecer juntos. 

Si en algún momento odié el proceso que está pasando Venezuela, el cual nos obligó a salir, hoy (aunque sigo sin compartirlo) de cierta manera lo agradezco, por que todas esas situaciones, estas nuevas experiencias que nos hemos visto obligados a vivir, nos están haciendo más fuertes. La vida no se trata de “ver para creer” cómo siempre escuchaba de chico, si no más bien de “creer para ver”. 

Instagram : @ianvildosola